En 1854 comenzó a funcionar en Madrid la fábrica de la Compañía Colonial, la primera fábrica de chocolate al vapor que ha existido en España. El éxito de esta industria hizo que la fábrica madrileña pronto se quedase pequeña, comenzando a funcionar, doce años más tarde, una nueva fábrica situada junto a la estación de ferrocarril de Pinto. La fábrica adquirió gran importancia y fue fuente de progreso y trabajo para nuestro municipio.
Su fundador, Jaime Méric, recibió el homenaje póstumo del Ayuntamiento de Pinto al dedicar a su memoria una plaza, situada a los pies de la torre de Pinto e inmediata a la fábrica. Dos años más tarde, el pueblo de Pinto quiso continuar el homenaje al fundador de la célebre fábrica con un busto que preside su plaza.
Toda la información en Patrimonio escultórico un trabajo histórico elaborado por Mario Coronas